¿Qué tipo de empleado estás reteniendo?

Para cualquier empleado, la oficina es como su segunda residencia. En la mayoría de ocasiones, incluso, pasan más horas a lo largo del mes en la propia empresa que en su hogar u otro emplazamiento alternativo.

Es por ello que la imagen y el confort que la empresa deba transmitir a sus trabajadores debe ser una de sus prioridades, pues suponen el activo más importante y diferenciador del que toda empresa dispone.

El activo más importante porque serán los encargados de realizar todas las tareas necesarias, desde las más básicas y rutinarias (pero no por ello menos importantes) hasta las que generen un mayor valor añadido a los procesos corporativos o de gestión.

El activo que mayor diferenciación aporta porque todas las personas somos distintas, además de que todas se modelarán y actuarán en función de cómo se las oriente en la propia empresa. Si se busca la proactividad acabará habiendo empleados que propongan ideas en detrimento de aquellos más acomodados que no se sientan a gusto en ese clima de constante innovación. Si por el contrario se busca la estabilidad, aquellos con mayores inquietudes verán como su salida está en otras empresas que premien este tipo de actitudes. Como vemos, la empresa, sus valores y su propia estrategia a largo plazo será la que marque el perfil de trabajadores que permanecerán en ella año tras año.

Tenga la orientación que tenga tu empresa, habrá una serie de servicios esenciales de los que debe disponer, y unos espacios adaptados que deberían ser el eje de un gran número de proyectos internos. El acceso al agua es la mayor prioridad que debería tener la empresa, una fuente de agua siempre es una buena solución. Mantener a los empleados hidratados es esencial para su rendimiento laboral, y con fuentes de agua para los empleados posibilitaremos que no tengan que reservar una parte de su sueldo mensual en comprarse diariamente agua, ya que podría darse el caso de que alguno de ellos priorizara otros gastos a su propia salud o hidratación. Es una situación en la que nunca debería ponerse a un empleado, ya sea fijo o temporal. Primero pensemos en las personas y luego en los números, tal vez poner fuentes de agua nos acabe reportando más dinero en forma de rendimiento de los empleados y salud laboral que no ahorrarnos el gasto.

Disponer de espacios para reuniones internas es otra excelente forma de ir modelando a los empleados hacia los valores que tenga la empresa. Si buscamos la proactividad tengamos actividades, retos o juegos colgando de las paredes del pasillo o la recepción, a la vista de todos para que se apunten todos los que quieran. Si buscamos una mayor integración de equipos será momento de promover reuniones de brainstorming semanales o quincenales en las que exponer ineficiencias y soluciones. Si queremos que los empleados sean independientes y eficientes, diseñemos unas oficinas en que se cree el suficiente sentimiento de intimidad entre los empleados en su puesto de trabajo. Que tengan una mesa individual espaciosa, el material necesario y personas de soporte para cualquier duda.

Como vemos, la empresa, desde sus fuentes de agua y servicio de cafetería hasta la distribución de sus oficinas, marca el carácter de sus empleados y modela sus aspiraciones y valores corporativos a través de las acciones que toma en el día a día. Acabaremos siendo testigos de una selección natural, donde aquellos empleados que encajen con dicho modelo serán los que permanezcan; sintiendo una mayor felicidad laboral con el consiguiente incremento del desempeño y valor añadido. Mientras que aquellos menos adaptados a la situación serán los que busquen una alternativa más allá de las paredes de la empresa.

¿Tienes claro el perfil de trabajador que buscas o vas a la deriva? ¿Estás haciendo todo lo posible para retenerlo?