Más allá de la temida cuesta de enero, el calendario encierra otros meses un tanto complejos que pueden acabar por descuadrar las cuentas de los hogares. El paso del verano y el regreso a la rutina académica suele traer consigo una serie de gastos extraordinarios en libros, matrículas, uniformes y todo tipo de materiales necesarios para afrontar la ya más que conocida vuelta a las aulas.

Con la mirada puesta en estos meses de mayor actividad en las cuentas bancarias, las familias requieren de una inyección de dinero adicional que les permita afrontar este periodo de gastos sin pasar apreturas económicas. Un pequeño respaldo para conseguir ganar este pulso anual al presupuesto y tener garantizadas las necesidades educativas tanto de los más pequeños de la casa como de los hijos que cursan estudios superiores o universitarios.

Los gastos en educación: una parte del presupuesto familiar que crece

Los últimos informes oficiales relacionados con el gasto que dedican las familias españolas a esta parcela educativa reflejan un ligero aumento de las cantidades destinadas a este fin. Este hecho junto a la situación económica actual ha propiciado que cada vez sean más los hogares que apuesten por la solicitud de un crédito rápido online que les permita dar cobertura a este tipo de gastos de carácter muy puntual, sin embarcarse en un montón de trámites y complicaciones.

“El atractivo de estas fórmulas gestionadas a través de Internet reside principalmente en la rapidez con la que el dinero que se necesita llega a manos de quien lo solicita.“

Un aspecto muy valorado, ya que en la mayoría de los casos se trata de imprevistos relacionados con la necesidad de comprar materiales escolares o una serie de gastos específicos vinculados al vestuario, artículos para la práctica deportiva o algunas actividades de corte más tecnológico que precisan los estudiantes.

La búsqueda de fórmulas rápidas para solucionar gastos puntuales

A diferencia de otras fórmulas para obtener crédito como pueden ser las solicitudes que se presentan a través de entidades bancarias, la petición de un préstamo personal por la vía online permite conocer si la solicitud de dinero que hemos realizado se ha admitido en un breve espacio de tiempo, que suele reducirse a una cuestión de horas. Un punto altamente atractivo para las familias, ya que este tipo de gastos escolares entran dentro de la categoría de inaplazables.

Las cantidades que los hogares pueden solicitar acogiéndose a estas alternativas suelen llegar hasta los 600 euros y se realizan de una forma muy simple, en la que los interesados aportan una serie de datos personales acompañados de la cantidad económica que necesitan y del periodo que estiman para devolverla. En cuestión de horas, la solicitud se evalúa y si resulta aprobada, la cuantía solicitada pasa inmediatamente a disposición del interesado, en un proceso que se realiza de manera íntegra por medio de las nuevas tecnologías.

Una preocupación que regresa con cada inicio del curso escolar

Para muchas de las personas que apuestan por estas fórmulas, el mayor atractivo reside en la flexibilidad de las condiciones y los términos que se establecen para devolver el dinero prestado. Una ayuda altamente valiosa si se atiende a los resultados de las últimas encuestas realizadas por el propio Ministerio de Educación, sondeos que reflejan que el 60% de las familias españolas con niños en edad de recibir formación académica afirman vivir con preocupación económica el inicio de cada nuevo curso escolar.

Esta preocupación está también cuantificada, ya que los citados estudios reflejan que la temida vuelta al cole representa para los bolsillos de las familias con niños menores de 18 años, un desembolso medio que ronda los mil euros.

Los profesionales del derecho siempre han estado demandados, por los tecnicismos, variantes y complejidad en su campo, el cual muchas veces acaba dependiendo de pequeños matices que solo un experto puede conocer con anterioridad. Es por todo ello, que hoy en día cursar un grado en derecho asegura una parte importante de trabajo y que, además, con las nuevas tecnologías y los entornos online está abriendo una nueva rama de especialización de la que vivirán muchas personas en los próximos años.

Internet tiene vida y prueba de ello es que a cada segundo aparece alguna nueva aplicación, herramienta, versión o actualización de cualquier página o empresa en el mundo. Por este motivo, todo este movimiento y revisiones requieren de un sistema legal que lo acompañe y que, a ser posible, avance al mismo ritmo. Y es que decimos “a ser posible” porque suele ocurrir que el mundo digital avanza a una velocidad que ningún otro campo o área económica o laboral puede seguir.

Incluso Google ha sido víctima de las leyes con el famoso derecho al olvido de los usuarios en que se puede solicitar formalmente a la empresa que se elimine todo rastro e información personal que tenga almacenada en su base de datos.

Conocer este entorno es tener a todas las empresas del mundo como clientes potenciales, puesto que hoy en día ninguna olvida internet como herramienta añadida a la hora de ofrecer sus productos o servicios.

Pero no hace falta llegar necesariamente hasta niveles de tecnicismo extremos, porque los principales problemas y las dudas más recurrentes entre empresarios, emprendedores y autónomos son aquellas más superficiales y del día a día. Cómo actualizar correctamente la ley de cookies, como cumplir con la LOPD sin miedo a posibles sanciones, cómo gestionar una base de datos, cómo enviar emails comerciales a los clientes potenciales… una larga lista de preguntas que a buen seguro comparten la mayoría de empresas.

Y es que los empresarios, y en especial las pymes y autónomos, suficientemente preocupados están por conseguir ventas y hacer crecer su margen a final de mes para mantener a flote y rentable el negocio, como para conocer y estudiar las peculiaridades y limitaciones de internet como canal de venta, difusión e imagen corporativa en el que interactuar con su comunidad de potenciales clientes. Quien domine y se especialice en esta área podría convertirse en un referente en el sector y, de este modo, acaparar una cuota de mercado nada desdeñable.